miércoles, 18 de diciembre de 2013
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ESTAMOS EN LA ERA DE SAN POTORRO
I.M.L. / ARANDA
Este administrativo, nacido en
Villanueva de Gumiel, presume
de la cantidad de sietes que
concurrieron en el día de su nacimiento:
«el 27 del 7 del 57, a las 7
de la mañana el 7º día de la semana
».Tras diez haciendo teatro con
el Grupo Cartel, acaba de recibir
el premio al mejor actor no profesional
en el certamen de la Diputación
de Burgos a nivel provincial.
Tras la sorpresa inicial, ahora
está empezando a creérselo.
¿Cómo empezó en el mundo
del espectáculo? ¿Cuándo le picó
el gusanillo de subirse a las tablas
a ser personas que no es?
En el colegio, con los curas, ya
hice algún pinito, alguna comedia,
pero lo tenía completamente
olvidado hasta que en la APA
del Colegio Claret, ValentínMartín
que estaba de presidente, dijo
que las aficiones de los chicos estaban
bien pero que los padres
también nos podíamos decidir a
hacer algo. Probamos y nos gustó,
hicimos en el 98 la primera
obra en la fiesta del colegio, Fuera
de quicio.
¿Y eso de lanzarse casi sin red
a actuar fuera de la fiesta del colegio?
Porque nos gusta, por la afición
pura y dura. Nuestra meta
principal es divertirnos y, de paso,
da la casualidad de que también
la gente se divierte por el tipo de
obras que hacemos, que son comedias.
¿No cambian en su repertorio
de estilos?
Hasta ahora todo ha sido comedia,
Porque nos divertimos nosotros.
Este año vamos a probar,
pero sólo como prueba, el incluir
una obra dentro de nuestro repertorio más
dramática, vamos a tocar
el tema de los malos tratos, y
la vamos a tener ahí como recambio
para actuar, más que en los
pueblos, en sitios cerrados, en locales,
porque en el pueblo, en fiestas,
llevas un drama y como que
no pega, al menos a nosotros no
nos pega.
En este decenio subido al escenario,
¿qué papel le ha podido
Marcar más, dejar más huella?
No sé si será por el más reciente,
pero este último me ha marcado
mucho. Me he sentido como
muy‘idiota’,me he sentido muy a
gusto y notaba que transmitía a la
gente esas ganas de subir al escenario y decirle que se fuese,
la gente
estaba pendiente de mi personaje.
Si miro atrás, El florido Pénsil
es una en la queme identifiqué
mucho con mi personaje, dada la
edad que tengo, con mis vivencias
en la escuela: venía el maestro
y te pegaba, venía el cura y te
pegaba, venía el médico y te pegaba,
todo el mundo te pegaba; y
yo era el que más recibía, encima.
Después de tantos papeles,
¿tiene alguno que le gustaría interpretar?
Ninguno en concreto, uno
dramático. Porque dice la gente
que es más difícil hacer reír y tienen
Razón. A veces es complicado
porque tu estado de ánimo cuando
te subes a un escenario no es
el de repanchingarte y hacer reír,
igual ese día estás bajo de moral y
tienes que hacer un sobre esfuerzo;
sin embargo, dado cómo está
la vida, hace falta poco para ponerse
el vestido de drama, con mirar
un poco alrededor ya te pones
dramático. Pienso que tiene que
ser más fácil y para mí resultaría
atractivo, para probar ese tipo de
papeles, porque ya que estamos
en esto…
¿Cómo recibió la noticia del
galardón?
En principio, el premio me vino
muy grande, porque no me lo
esperaba, aunque mis compañeros
estaban totalmente convencidos.
Después lo he ido asimilando
y mis compañeros y mi mujer
me han ido diciendo: «Créetelo,
que eres bueno, que lo haces bien,
si te lo han dado es porque te lo
Mereces». Lo he asimilado y estoy
muy orgulloso. Uno de mis orgullos
es que me han dado un premio
por hacer el idiota.
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